lunes, 24 de diciembre de 2018

SÜSSE BITTERNIS

( DULCE AMARGURA)


Título de la primera novela de literatura alemana que cayó en mis manos durante mi primera estancia en Frankfurt (agosto de 1955). Regalo que guardo en mis archivos como oro en paño. Huellas de la generosa donante que abarcan las dos primeras páginas en blanco que suelen preceder al texto del autor.

Pudiera mentir, pero sería manipular los recuerdos. Imperdonable atropello a estas alturas y distancias, si no hiciese públicos el sonrojo, vergüenza y amargura que título y dedicatorias de aquel regalo provocaron en aquel estudiante español, a punto de capitanear la primera promoción de Licenciados en Modernas por universidad española: El valor del libro y la belleza y mensajes de las dedicatorias se vieron empañados por la falta de conocimientos lingüísticos y literarios.

Sin embargo, el reto de franquear el paso al misterioso obsequio y mi tesón obraron el milagro de transformar, con el tiempo, Amargura en Dulzura. Y la entonces, incomprensible novela de Penzold, sumada a la dedicatoria, sin título ni firma, de Gisela Burand fueron plataforma de valor incalculable en el devenir profesional de este bloguero.

Puntualizo : Tras la dedicatoria, de puño y letra de la donante, se ocultaba “Stufen” (pasos, peldaños, escalones) título del poema de Hermann Hesse, para mí ya entonces referencia seductora como prosista por sus popularísimas novelas Siddharta y Der Steppenwolf  (El lobo estepario).

Aquel poema de Hesse ,“Stufen” y el título de la novela alemana de Penzoldt fueron el primer “Paso” en el comienzo de mi largo peregrinar por los caminos profesionales de las letras, las lenguas y sus literaturas. Y el nombre de Gisela, el primero en la larga lista de sinceras e inolvidables amistades germanas.

“Peregrinar” ensombrecido hoy por la nostalgia,
donde dulces sueños se entrecruzan con amargas vivencias.” 
(MJG) 

Aunque suene a tópico o simpleza juvenil, Herman Hesse desde entonces es, además de referente e icono literario, altavoz de la miseria material y espiritual que le tocó vivir : medio siglo de guerras y post-guerras.

“Hacer versos malos depara más felicidad que leer los versos más bellos.” 
(Proverbio de Herman Hesse)

Aunque el bloguero no comparte plenamente el sentencioso proverbio de Herrmann Hesse, pues ess más feliz leyendo sus bellos versos que haciendo versos malos, debo reconocer que mi humilde traducción me ha “deparado felicidad”.

A continuación ofrecemos traducción parcial, voluntariosa y respetuosa, del poema-dedicatoria en la novela de E. Penzodt : SÜSSE BITTERNIS”

                    P A S O S                                                                  S T U F E N


Como toda flor se marchita y toda juventud
a la senectud el paso cede, florece cada paso de la vida,
también todo saber y toda virtud florece
a su debido tiempo y no debe perpetuarse. 

El corazón a cada reclamo de la vida debe
estar a despedidas y reinicios predispuesto,
para con arrojo y sin pesares
a nuevos desafíos volver a enfrentarse.

Pues todo comienzo alberga magia,
que nos protege y a vivir ayuda.
Alegres debemos cruzar veredas y veredas,
sin a ninguna limitarnos, cual si propia patria fuera.
El espíritu universal rehuye cadenas y angosturas,
guiándonos paso a paso a altas cumbres y latitudes.
                                                                      ...        Herman Hesse     

Lebe wohl und frohe Weinacht 2018!
¡Feliz Navidad 2018, querido lector, 
Hasta siempre!



OTRO AMIGO QUE SE FUÉ

Homenaje de despedida a CARLOS BUDI,

campeón de Ajedrez y de Amistad



      " Lástima. Ya casi no quedan hombres como él"

(Amos Oz -Entre Amigos)

Como no encuentro palabras para mi último Adiós, perdóname, querido Carlos, que acuda a préstamos de autores favoritos (tuyos y míos!), a nuestro predilecto Hesse:

Lleno estaba el mundo de amigos           
cuando el cielo era hermoso,
al caer ahora la niebla
los ha borrado a casi todos.

Pero hay borrones imborrables, inmortalizados en los anales de los Recuerdos memorables. En el capítulo de "Grandes Amigos" figuran enmarcadas tu imagen y tu palabra. Porque a los grandes amigos, como a los grandes hombres, la modestia, la bondad, la cordialidad y  la generosidad los hacen todavía más grandes.

Sin embargo la edad y la indecisión, a algunos grandes amigos los empequeñecen. ¡Tanto tiempo planificando con una de mis hijas,que tuvo la fortuna de conocerte, nuestra visita al hospital, y no pasó de planificación!

Con tu gusto exquisito supiste elegir sabiamente el día de la despedida: 1º de noviembre, el día de todos los santos, fecha de honrar a todos los hombre buenos anónimos que en el mundo han sido. Así tu memoria quedará perpetuada en día tan memorable.

Querido y admirado Carlos, que sepas que estas palabras de despedida están en consonancia con nuestra amistad fundamentada en Afinidades Electivas (Goethe): aficiones e intereses comunes, idealistas a la antigua usanza, amantes del Arte en todas sus manifestaciones, principalmente apasionados por las letras, la música y la historia.

Nuestra amistad nació con la jubilación. Fuiste mi profesor de historia, costumbres y tradiciones del Madrid que te vió nacer. Fuiste para mi arquetipo de madrileño integral. Caballero de los de antaño, fiel a tus principios, memoria privilegiada. Para mi eras Madrid libro abierto. No olvidaré la visita al Banco Central con un cicerone de lujo, ni las visitas guiadas a museos para mi desconocidos, así como los paseos por los barrios históricos con ese sello tan personal tuyo (combinación de historia y gastronomía). Me superabas también en lecturas y bibliotecas.

Campeón de ajedrez, tertuliano admirado y respetado en los círculos del Centro de Mayores de Majadahonda, donde continuaremos teniéndote presente “tantas y tantos” que de tu amistad disfrutamos.

La Gran Vía de Majadahonda y yo echaremos de menos nuestros frecuentes aperitivos amistosos, conversaciones, confidencias y discusiones enriquecedoras. Me tranquiliza saber que Carlos Budi hijo, tu alter ego, perpetuará tu trayectoria ejemplar, honrándome con su amistad.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Serena Senectud - Lecturas Reencontradas


Ponte en paz con tu Pasado, así no arruinarás tu Presente.


Pues debes saber, querido lector, que con el comienzo de la jubilación y la postrera etapa de sillón y siesta, televisión y brazos caídos, comienza la febril actividad de la Memoria.

De tan singulares como enigmáticos epigrafiados y jeroglíficos comienzos son responsables los libros. Libros que hicieron historia.

Concretamente dos libros y un librito desempolvados al azar de una de las baldas de mis desordenadas bibliotecas. Cada uno de ellos a su aire y estilo propios, testimonio histórico-literario de tiempos lejanos, de una larga década, a mediados del pasado siglo, de renacimiento literario tras luchas, guerras y post-guerras nacionales e internacionales... y personales. Para mayor información los datos bibliográficos de los tres “protagonistas:

  • Süsse Bitternis (Dulce amargura) - Ernst Penzoldt - Suhrkamp - Berlín, Frankfurt - 1952
  • En busca del tiempo perdido -El tiempo recobrado - Marcel Proust -Plaza Janés-Barcelona 1952 
  • Romanciers Espagnols d'aujourd'hui - Didier - Paris - 1964 



A dos de ellos dedicará este bloguero los siguientes capítulos, demostrando y defendiendo que un buen libro abierto, y su correspondiente lectura contribuyen, en plena senectud, a aligerar el peso de los años, mitigar la carga de la memoria y tolerar la tiranía del tiempo: La Amargura del Tiempo perdido y la conquista del Tiempo recuperado en la Serena Senectud.
Cada etapa de la vida encierra, como todo comienzo, encanto y magia, y es fuente de energía, de enseñanzas y de aprendizaje. Doy fe de que la relectura y respaldo de “estos compañeros de viaje”, además de pasatiempo, sirven de reconstituyente a los recónditos misterios del alma: agridulces añoranzas, luces y sombras.

Espero resulten enseñanzas prácticas para “usuarios necesitados” (léase “jubilados nonagenarios”), sordos al pregón del poeta Jorge Manrique de que ”Cualquier tiempo pasado fue mejor”.

Este servidor, amante de la poesía es más partidario de la conseja de Vicente Aleixandre:  “Toma lo que te ofrece cada día, por sencillo que sea y ponle AMOR” y del “Retorno de lo vivo lejano” de Alberti.

Todo lo que es hermoso suele ser valioso. Al menos tiene un valor individual, valor personal  para dar sentido a las cosas, para convertir la amargura en dulzura y viceversa el dulzor en amargor.
                      

Rizando el rizo y echando mano de un proverbio árabe, “las cosas no valen por el tiempo que duran sino por las huellas que dejan”. De destacar la impronta que en mi dejaron ”las dedicatorias” en algunos de mis libros, dedicatorias, en ocasiones anónimas, entre las que figura la de uno de los libros del presente capítulo “Süsse Bitternis”.                       

Dada su importancia literaria y sentimental- reencuentro con mi inolvidable Hermann Hesse,  ¡una página entera!, dedicatoria de puño y letra de la donante, Gisela Burandt. Ambos, Hesse y la preciada dedicatoria, son merecedores de de un capítulo a aparte. ¡ Hasta la próxima !

Lebe wohl! Parangonando a H.Hesse en la despedida del poema.

jueves, 1 de noviembre de 2018

HOMENAJE A LA MATRIARCA DE LA FAMILIA SUS 90 CELEBRANDO


Pasó un día y otro día,                                                                         
meses más meses pasaron,
y año tras años decenios sumando,
vivencias a raudales con garbo y donosura hilvanando...

Países, paisajes cercanos y lejanos,
poblados varios y variados transitando, profesión y pisitos permutando
la hoy protagonista, PALMIRA,
su exótico, asiático y romántico nombre
por doquier aireando,
y sus patronímicos HERRERO-MARCOS
prosapias palaciegas charras, inmortalizando…

Desde los lejanos años de la tremebunda Reválida en la Salmantica Docet,
con 17 añitos a un monolito amarrada, (perdón, quise decir “Manolito”)
profesor particular en latinajos versados, sintaxis y análisis gramaticales
en peces, perritos y pájaros, cazador cazado.
Formando amoroso tandem, en pedagogías emparejados.

Más de 60 años juntos, con múltiples recompensas y prole premiados.
Con tan rico, valioso y variado, florecido y floreciente, bagaje, 
a la chita callando, ¡en los 90 se ha plantado!

Gozosa y orgullosa, honrada y venerada,
tan solemne evento celebraba en alturas insólitas,
en una de la cuatro“Torres madrileñas”
por su numerosa prole rodeada:
cuatro hijas y tres yernos, seis nietas y dos nietos,
más otros tres allegados,
(aunque con lamentables ausencias)


¡Banquete histórico-solemne!
¡Homenaje simpar merecido!
En familia, concordia y armonía en esos altos miradores
de “delicias” y paisajes madrileños degustando…..
alzamos las copas y brindamos,
deseando a nuestro OMI con cánticos,
cariños y parabienes ¡¡¡QUE CUMPLAS MUCHOS MAS!!!

Y el bloguero, ateniéndose a la sabia máxima de que “una imagen vale más que mil palabras”,sustituye la pluma por la “cámara” y brinda a continuación a los lectores blogueros, fotografía de algunos de los lugares, hitos o pasos biográficos más representativos y sobresalientes de nuestra homenajeada.

 Primera foto de pasaporte de la viajera
 
La primera foto oficial de la pareja - 1947






Preparada para un largo viaje
Paseando con su maridito en Frankfurt
La matriarca con sus 3 primeras y el anuncio de la cuarta :D.
Foto histórica con Lübke, presidente del gobierno alemán




viernes, 3 de agosto de 2018

VIVA EL TURISMO III: Anecdotario automovilístico

Aventuras y desventuras, incidentes y accidentes, peripecias y contratiempos. 


Correrías por autopistas y carreteras nacionales y extranjeras, principales y secundarias. Caminos de carros y cañadas de mesta, todos ellos itinerarios inolvidables. Comencemos por el del principio, como deben comenzar las cosas y las narraciones, por el de la posesión e inauguración de uno de los principales protagonistas de la serie.

1ª- El estreno del VW- conocido en España como Escarabajo - el primero de nuestro parque móvil todavía provoca hoy temblores y sudores en el hoy jubilado conductor. Estrenando coche y carnet de conducir, con el abuelito Clemente de copiloto, circunstancialmente en Frankfurt para celebrar la llegada de su primera nieta alemana - abandonábamos uno de los  concesionarios de la Volkswagen de las afueras de Frankfurt, cuando… ¡Oh! ¡Horror! ¡Fatalidades del destino! Como a 200 metros del recorrido en un cruce de carreteras, al policía director de tráfico se le ocurre alzar brazo y mano quitándonos la preferencia. El novato conductor consiguió a trancas y barrancas, con tanto nerviosismo como torpeza, acertar con el punto muerto y el freno de pie. Mas, cuando al agente se le ocurre darnos paso, mi VW que no arrancaba… Tras la intentona del conductor y la insistencia del agente, quien ya se acercaba parsimonioso a ayudar al inexperto; éste consiguió meter la primera y el coche se puso en movimiento.     

2ª- A este anecdótico incidente, el primero de una larga serie, siguió el primero de los accidentes reales en Alemania, escasos afortunadamente y que no pasaron de leves. Plácidamente, orgullosos y endomingados, a primeras horas de un anochecer otoñal y en su flamante nuevo Opel, viajaban nuestros Palmira-Manolo por “carretera comarcal con preferencia”, hacia un pueblecito del Taunus, invitados a cenar por el amigable e inolvidable director de la escuela profesional de Farbwerke Höchst. ¡Quién iba a pensar, sin embargo, que el ya “curtido” conductor internacional, y su “experta copilota” iban a saltarse a la torera y consecutivamente, varias señales de tráfico! La primera indicando la “anulación de preferencia” de la carretera (pequeño rombo amarillo) y las  dos siguientes una anunciando el Stop a 150 metros que, cuando el distraído conductor quiso frenar se había saltado, golpeando levemente la trasera de un coche que venía por la izquierda y cruzaba  la calle principal atiborrada de gente. El ruido del impacto, el tumulto de los viandantes curiosones que rodeaban a ambos vehículos, una señora que salía quejándose del coche, la policía que llegaba al instante, papeleo, interrogatorios… ¿para qué seguir, si todo automovilista hijo de vecino, habrá vivido escenas similares? Simplemente informar, para tranquilidad de todos, que la señora “malherida” y su marido no precisaron ambulancia, ni presentaron denuncia, saldándose la infracción del españolito con una multita de 90 DM.- (marcos alemanes). Cantidad discretita para aquellos tiempos y aquellos pecados.
                        
3ª- También contemporizadora fue la policía alemana, aunque sin exención de la consiguiente multa, en el accidentillo, más bien contratiempo, en el viaje último o de regreso definitivo a España. Con el coche a tope, como era de rigor, una mañana de riguroso enero alemán con el blanco de la nieve helada bordeando la carretera que nos llevaba a la frontera, en una bajada, siguiendo a paso de tortuga a un tractor al que se le ocurrió detener su marcha, los frenos de nuestro coche no respondieron en la pista de hielo del asfalto y mansamente el parachoques y capó del coche fueron a empotrarse en el pivote de enganche del remolque del tractor. Pronta y predispuesta en su cometido solucionador acudió una pareja de tráfico, tranquilizándonos al ver que tractor y tractorista  siguieron impasibles su ruta y conduciéndonos a un taller mecánico donde en una horita larga dejaron nuestro Opel apto para traspasar la frontera. El papeleo se redujo  a pagar en el acto la consiguiente multita.

4ª- Sin haber tenido en él parte ni arte y haber quedado todo en susto mortal fue el siguiente episodio. Visto y no visto. Simplemente el recordarlo y después de la pila de años transcurridos, todavía se pone la carne de gallina. Por una de las carreteras secundarias del norte de Francia, ascendíamos tranquilamente una leve pendiente, una vez más soñando camino de la añorada “patrie”, cuando como a cien metros apareció bajando a todo trapo un camión con el remolque dando bandazos y cubriendo casi por completo la calzada. Horrorizado pensé en primer instante tirarme a la cuneta… ¿Existen ángeles de la guarda? Cerrando estremecido los ojos y coincidiendo con el bandazo a su derecha, ocurrió el milagro al pasar casi rozándonos el “monstruo suicida-asesino”, pudiendo proseguir, al abrir los ojos nuestra milagrosa ascensión sin volver la vista atrás, intentando recuperar la respiración y olvidar para siempre el día, hora y circunstancia tan genialmente ilustrada y revivida por la mente fantasiosa de Martín, el  pequeño de la familia Alonso-González.

Ilustración: Martín Alonso González (12 años)

5ª- A la inversa, y siendo el infractor -¡una vez más!- este humilde servidor, en el sur de Francia, ya enfilando hacía la frontera de Irún y agradeciendo a la policía gala su amabilísima intervención, otro despiste de este conductor pudo haber terminado en percance automovilístico  de órdago a la grande.

Soñando ya con la sandía y el primer bocata español cruzábamos, como de costumbre, con el coche a tope de pasajeros y mercancía, una pequeña población con velocidad limitada  a 50, cuando al girar a la derecha, por calle central a hora muy transitada, el conductor soñador cogió la curva a excesiva velocidad y acabó con un sonoro frenazo en la acera de enfrente. Al instante acudió el gendarme de tráfico, quien al ver en el pasaporte la nacionalidad de toda la familia, en tono paternal y conciliador, tras echarnos una buena bronca nos deseó buenas vacaciones y feliz viaje. El arrepentido infractor, como muestra de agradecimiento y arrepentimiento, en su macarrónico francés, solo supo repetir: “Vous avez raison. Vous avez raison.”

6ª - Uno más de la serie, y también con la pareja en solitario, por otra carretera del corazón de la France. Fecha de autos 23 de Septiembre de 1964. Lugar de los mismos, otra carretera. Y regresando de la celebración de mi doctorado en nuestra querida Salamanca en plena feria de San Mateo. El primer incidente o del semáforo en rojo en Alemania, fue una nimiedad comparado con el  que pudo haber sido el más grave, último y definitivo de la serie automovilística: “el de la lucecita roja fantasmal” y el gigantesco, caritativo y generoso  árbol  que demoró segundos su insólito derribo.

Tras 1.000 kms a la espalda, de una tacada y pasando por alto áreas de descanso y paradas de rigor, no es de extrañar que el fatigado e irresponsable conductor, falto de reflejos y visión se pasase por alto la señal luminosa de una lucecita titilante de la policía en carretera estrecha y vacía anunciando el STOP.

¿Existen los milagros? titulaba uno de los primeros capítulos “La escopeta de mi abuelo” de estas Semblanzas. Aunque persista la interrogante de antaño, hoy puedo testimoniar que la suerte es siempre nuestra aliada. Unos segundos después de cruzado el prohibido paso policial cayó el gigantesco árbol que estaban talando y que pudo habernos aplastado.

7ª y última: “Todo hombre tiene páginas buenas
                      solo hace falta saber pasar página de las malas”.

Pongamos punto final a esta serie de desventuras automovilísticas, y borremos de la memoria la infinidad de angustias, nerviosismos en los temibles cruces aduaneros fronterizos alemanes, franceses y españoles. “Interminables”, cual la Historia de Michael Ende, en la posbélica Europa del estraperlo y subdesarrollo.

Un huequecito reservamos para una de las felices páginas aduaneras en el histórico paso de Roncesvalles, dirección a la Navarra de un amigo de Frankfurt. Una fortuita y casual coincidencia convirtió el nerviosismo habitual del automovilista en una de las vivencias fronterizas de su larga carrera. Al controlar el pasaporte, el guardia civil de turno exclamó inesperadamente exultante: “¡¡¡Pero bueno!!!… ¡¡¡Que somos paisanos!!! No solamente el paisanaje, ambos del ayuntamiento salmantino de San Pedro del Valle, incluso coincidente el nombre de los padres de ambos: Benjamín. A pesar de la diferencia de edad y del distanciamiento profesional, pasamos unos minutos agradables rememorando hechos y milagros de “nuestro pueblo” y, pasando por alto  protocolario interrogatorio y registros aduaneros.

Final fortuito e inesperado, agridulce y digno de un correlindes por vías europeas.

domingo, 27 de mayo de 2018

VIVA EL TURISMO II

Conductor a la fuerza – Automovilista de pacotilla

Mi salida al extranjero, al margen del beneficioso fenómeno cultural y del exotismo de la nueva vida, supuso un cambio radical y de progreso socio-económico, tan valorado en aquellos tiempos. La adquisición y posesión del automóvil, la imagen del automóvil o del coche como familiarmente es designado, era valencia autobiográfica sobresaliente en la época histórica de post-guerras europeas. A mediados del pasado siglo, cuando el único coche reinante en el ámbito rural y provinciano charro era el “coche de San Fernando”, el automóvil solía ser fiel reflejo de clase social, incluso de la personalidad de su dueño y conductor.
Flamante pareja en su VW
Para este humilde profesor, españolito honrado y luchador, ciudadano de a pie en Alemania, lograr al año de casarse y con su flamante joven esposa, asentados sus reales en Frankfurt del Main, tan flamante como anhelado tesoro, era motivo de orgullo y satisfacción.
Bloguero en su VW
El Volkswagen se convirtió en inseparable compañero de trabajo: transporte y medio de locomoción particular en el recLorrido diario por calles y cercanías de mi inolvidable Francoforte del Meno!!!, (traducción frecuente antaño) capital y centro industrial de la Wiederaufbau (reconstrucción) alemana.
El modesto Volkswagen, “coche del pueblo” hitleriano, seguido de los “Opeles” , Seats , Vento o Renault…fueron el cordón umbilical o vínculo con la familia y “motor” del sueño anual de nuestro vacacional viaje veraniego a la pequeña patria, cruzando toda Francia por París o por Lyon, permutando fronteras por Irún o por Port Bou, y atravesando España de Norte o Nordeste hasta alcanzar el Occidente salmantino.
Comenzando por el principio la historia de nuestra relación familiar con el automóvil fue ésta una página tan exitosa como memorable: un 15 de agosto, día laborable y de mañana lluviosa en una de las barriadas más populares de Frankfurt, aprobaba -¡a la primera! – el examen de conducir un servidor, uno de los poquitos emigrantes españoles que pululaban por aquellas latitudes nórdicas. Confieso, con la mano en el pecho, que la consecución del “carnet de conducir alemán”, ha sido uno de los hitos memorables en mi curriculum automovilístico. Por lo demás, volviendo la vista atrás con melancolía, pero sin encono, quiero que quede bien claro que mi entusiasmo por el volante, mi afición al automovilismo, mi interés por el último modelo o la fascinación por las grandes marcas germanas del Mercedes o el Audi – por algunos amigos recomendadas- eran igual a cero absoluto (en eso no he envejecido nada, sigo a cero).
Sirva como prueba fehaciente de mi exigua pasión por mi coche, mi imposibilidad de memorizar ni una sola matrícula de los ¡8 utilitarios utilizados!...y ni se te ocurra preguntarme, estimado lector, por la cilindrada, velocidad máxima, marca de neumáticos, ni por el nombre o la ubicación de las piezas del motor. Incluso olvidaba la existencia de algunos de los numerosos botones o mandos del salpicadero. Conformábame con saber abrir y cerrar las tapas del refrigerador y del depósito de gasolina, aunque más de una vez me olvidase de ésta última en la estación de servicio. Atenuante a tamaña ignominia, que a mi favor puntuaba, estaba el socorrido par de latas de agua y gasolina respectivamente almacenados siempre en el maletero.
Bloguero con su "lujoso" 850
¡Pero no todo fue indiferencia o desinterés! Grabado en un rinconcito de mi memoria visual, aunque ligeramente desvaído por los años, se mantiene el color de cada uno de los ejemplares de “mi parque móvil”: Desde el rojo del Seat 850 al amarillo del 124 y al azul del Panda, del gris del VW -¡semi-descapotable!- primero de la serie (ver foto de la chula pareja de propietarios), al gris- blanco del Opel Cadet al azul-blanco del Opel Record – el que nos devolvió a España- , un Vento gris, y el Renault rojo o último- heredado de Blancaluz– aún en rodaje por Palacios!-
Opel Record con saltamontes
Y ¡ bastan y sobran datos técnicos! Como “la Naturaleza es un libro abierto”, este “automovilista a la fuerza”, bibliófilo y lector por oficio y devoción, olvidaba con frecuencia sus papeles de conductor. Y relegando volante, indicadores o señalizaciones del asfalto, cual “Arriero” argentino “guapeando” por esas carretera, gustaba de echar el ojo a diestra y siniestra, o a lo alto, recreándose en las prácticas de vuelo y caza de las rapaces y en la observación de los paseriformes: alondras, verdecillos, jilgueros y pardillos que alegraban, en bandadas o por parejas en inviernos o primaveras, campiñas, sembrados, barbechos y arboledas.
Resumiendo: el Coche, a la par que de guía turística y campo de entrenamiento y desarrollo para mis aficiones ….geográficas y lingüísticas (toponimia y etimologías) fue y continúa siendo archivo y baúl de episodios y acontecimientos inolvidables: vivencias, peripecias, aventuras y desventuras viajeras vinculadas al automóvil que reclaman un tercer capítulo sobre El Turismo.

martes, 24 de abril de 2018

¡VIVA EL TURISMO!

Años de Viaje, Formación y Aprendizaje (parodiando a Goethe)


“ Los viajes son en la juventud una parte de la educación, 

y en la vejez una parte de experiencia” - Francis Bacon + 1626


“La gentil acogida que profesores y alumnos de enseñanza media dedicaron a “Viva el Turismo”- (primicias literarias)- me ha animado a continuar ese viaje “semi-fantástico” por España y lo Español”… Prólogo a la 1ª edición de “España Sol y Sombra” Ed. Lensing -Düsseldorf - Groningen (Alemania y Países Bajos).


 Estimulado por este mensaje de agradecimiento y recapacitando sobre el sentencioso proverbio de que “El Pasado marca y facilita el Presente”, el jubiloso jubilado de estas “Semblanzas románticas” cayó en la cuenta de la importancia y valor de tal librito, y de la trascendencia del Turismo en su pasado profesional, familiar y literario. Pues, el Turismo orientado a la “formación y aprendizaje”, según reza el subtítulo del presente capítulo, sobrepasa la simplista definición de la RAE: “Afición a viajar por gusto de recorrer un país”. Para este Bloguero, y para toda su familia, Turismo significa mucho más. Turismo, en consonancia con el título de obras goetheanas es sinónimo de profesión, viaje y vida: actividad cultural y recreativa, particular, familiar o colectiva. Y según el filósofo inglés educación y experiencia.

El Turismo fue en sus comienzos, es decir en mi adolescencia y juventud, a mediados del pasado siglo, ilusión esperanzadora de aperturismo político-social: creación de Ministerio, Facultad y Escuelas profesionales de Turismo. El primero de éstos, casi siempre como muletilla o vagón de cola: Ministerio de Información y Turismo (1951), de Educación y Turismo. Ministerio de Transporte, Turismo y Comunicación (1988), Ministerio de Industria, Energía y Turismo, hasta desembocar en Energía, Turismo y Agencia Digital.

Sea ello como fuere, el caso fue que después de tan largas como tristes guerras nacionales y mundiales con la apertura de fronteras europeas, cerradas a cal y canto durante años, y la abolición de trabas burocráticas para poder viajar al extranjero (el latoso e inolvidable, certificado de penales, visados y papeleo sinfín para la consecución de un pasaporte) el estudiante de Filología Moderna de la Universidad de Salamanca pudo estrenar nuevo mundo como becado, viajando a la entonces denominada República Federal Alemana. Primer paso robinsoniano al extranjero, Salamanca - Heidelberg en tres días con transbordos en Madrid y Barcelona. ¡Y la última etapa Barcelona – Heidelberg de una tacada! Una decena de estudiantes, cuál sardinas en banasta, en una vulgar y vieja furgoneta.  Aventura turística a la que seguirían, tras unos años de “aprendizaje” y asentamiento profesional , y ya casi siempre acompañado de Palmira, viajes por el mundo entero, en coche propio o en autobús, en tren o en avión, en barco, en helicóptero (Noruega), por España, Europa, América, África y Asia (en estos tres últimos continentes, simple unidad testimonial).

Orgullosa esta parejita pueblerina charra en su papel de pionera turística y promotora del “viajar aprendiendo", de haber podido y sabido transmitir a sus “hereder@s” el interés y el entusiasmo por los idiomas, las letras y el arte. El pasear y el callejear. El viajar y hacer Turismo. Convertida en familia viajera con su talante y pasión turística, algunas de nuestras hijas y niet@s han hecho del viajar profesión y estancia y residencia en el extranjero. Sirvan de ejemplo: estancias en Inglaterra, la trotamundos “nómada” en EE.UU., Francia e Inglaterra, nietos en Alemania, Noruega, Inglaterra y Corea del Sur, Francia, EE.UU., Canadá, incluso acercarnos al Polo Norte (Finlandia).  

En suma TURISMO familiar y profesional con mayúscula, hoy archivo de vivencias y peripecias insólitas para algunos. Aventuras y desventuras. Situaciones y episodios memorables habilidosamente archivados por Palmira y catalogados por lugares y países… millares - ¡sin exageración! - de fotografías, diapositivas y postales – obra y premio de nuestra primera Voigtländer- ¡lujo y tesoro ya en aquellos lejanos años de atraso y posguerras europeas! Testimonio y aval del talante viajero y del espíritu universal de padres y descendencia es el lugar de nacimiento de nuestras hijas, en Frankfurt/Main, Salamanca y Algorta-Vizcaya.

Cuando se envejece,  somos hijos de una época y producto de una edad, se pierden energías y disminuye el entusiasmo. Pero perdura el interés. Y la vida te quita por un lado lo que te da por otro. Al redactar hoy estas páginas de historias y recuerdos turísticos, echando la vista atrás, esta parejita de orgullosos promotores del “viajar- aprendiendo” continúa, a su modo y manera, disfrutando de esta nueva y moderna tipología de turismo autobiográfico de jubilación.

PS. Seguirán un par de capítulos sobre este tema. El primero con el “coche” como protagonista de excepción.

domingo, 4 de marzo de 2018

Recuerdos y Relecturas que amenizan la Realidad

Ecos atemporales de Años que dejaron Huella

Un cuarto de siglo después de la jubilación, disfrutando de la lectura, la relectura y los recuerdos, garabateando páginas y desempolvando vivencias y publicaciones, apareció, polvorienta y olvidada como el arpa becqueriana, una singular revista en impresión casera - artesanal, titulada “SACABAO".

A pesar de todo lo que ha llovido desde aquellos finales de siglo, y de lo que está lloviendo, no he logrado desprenderme del recuerdo de este 5º curso, cuya orla – ¡la única entre muchas! - adorna estantería en la biblioteca de mi despacho. Señal inequívoca de memoria histórica placentera.

Al tropezar una de mis editoras con esta singular REVISTA, llamó su atención un SALUDO HOMENAJE del redactor-jefe (¡bellas palabras, cálidas y cordiales!) de José Manuel Esteban - ¡alumno inolvidable!, artista del pincel, la palabra y la amistad - al profesor MANUEL JOSÉ GÓNZALEZ por la CARTA DE DESPEDIDA, parodia humorística del WERTHER. 

Especialmente atrajo su curiosidad una entrevista a este profesor - bloguero. Muestra “sui géneris” de futuras promesas periodísticas, quienes con habilidosa aparente trivialidad ofrecían retrato tan ilustrativo y caractereológico del entrevistado, digno de figurar en este Blog.


martes, 13 de febrero de 2018

… que parece UN CUENTO DE GUARDIAS Y LADRONES,

…pero, que es una historieta real y verídica. Con protagonistas de carne y hueso: la Benemérita y un Par de Pardillos, personajillos que pudieron acabar entre rejas.

Monumento histórico de gran afluencia turística...
Os la cuento como la vi y la viví. Con pelos y señales. Con nombres propios y circunstancias fidedignas. Y después de tantas veces pregonada y relatada, todavía avergonzado y ligeramente sonrojado, doy fe de lo acaecido. Narración bloguera de la que son culpables dos Josés, amigos de este bloguero : Juan José Santos, dueño de la finca y del “tractor de marras”, promotor de los hechos y José Manuel Mangas Santos, ingeniero ilustrado: historiador, investigador, escritor y ratón de bibliotecas y archivos catedralicios.

Primos zamoranos ambos, enraizados en el fronterizo pueblo salmantino de Santiz y vinculados (por legítimo derecho de propiedad el primero) a la histórica finca del Asmesnal. ¡Con restos de Castillo medieval incluídos! y excursión turística veraniega obligatoria en bicicleta de los González y los Regalado, amigos palaciegos de Pepa (¡no te olvidamos!) , Juan José y familia.


El tal Juan José es además promotor y culpable del presente capítulo, al comisionar a su primo ¿majariego?, en encuentro circunstancial, sonsacar relato de la siguiente aventura por parte de tercero. Mandato que el primo José cumplió a rajatabla:


En una plácida mañana del tibio diciembre pasado, el sol acariciaba la animada pista de petanca del Parque de Colón de Majadahonda, cuando el cariñoso y habitual saludo y la dulce sonrisa de una jovial pareja de paseantes, Carmen Jiménez y José (a ellos va dedicado con afecto y agradecimiento el presente capítulo), se acercaba al petanquero Manolo transmitiéndole saludos de su primo zamorano Juan José y solicitando, a recomendación del susodicho, información sobre ”La histórica aventura o latrocinio de la Sagrada”. 

La historieta-cuento, no apta para menores, comienza como sigue:

En uno de los frecuentes encuentros veraniegos entre familiares y amigos salió a colación el preocupante tema del problema socio-económico de la actualidad hispana: la emigración masiva a la ciudad (el aire de la ciudad hace libre) y la despoblación rural. Del alarmante abandono del campo charro era ejemplo la cercana dehesa fronteriza de La Sagrada.

La afición turística y la debilidad por la arqueología, la toponimia, las letras y las lenguas eran asignaturas favoritas de la pareja Palmira-Manolo, compartidas con el amigo alemán Rudi, compañero de juegos léxicos en veladas palaciegas con el diccionario de la RAE como compañero.

En una de las inolvidables meriendas con que solían obsequiarnos, los hospitalarios moradores del Asmesnal, el amigo Juan José, complaciente y voluntarioso como siempre, se ofreció a una excursioncita matinal por el paraje ledesmino de dehesas, con toponimia hagiográfica (nombres de santos) tan seductora como: Santarén de los Peces (santa Irene), Santa Marina, Santo Domingo, Frades de Santa María y… la del escenario del cuento: La Sagrada.

Recreación de nuestra ilustre ilustradora Iribú. 
Con el tractor en marcha, bufando y traqueteando por caminos y roderas irregulares e intransitables y al sol abrasador de agosto en el cenit llegaron los exploradores de La Sagrada a un recóndito lugarejo, abandonado de la mano de Dios y de los hombres. En los confines de tierras ledesminas y sayaguesas, donde se encuentra una alquería muerta. Sin vecinos y sin almas. Y sin rastros de vida. Ni perros, gatos o gallinas. Ni golondrinas, ni gorriones. Ni vestigios de animales domésticos: ovejas o cabras, équidos o bóvidos. Sensación absoluta de tristeza y soledad. Un par de casuchas con corrales, establos y pajares abandonados. Con puertas abiertas y destartaladas. Húmedas y lóbregas alcobas oscuras. Cocinas con restos de cachivaches inservibles abandonados. Un viejo arcón destartalado de madera semi-carcomida sobresalía en un sórdido cuartucho oscuro único mueble testimonial, olvidado o despreciado en la emigración.

Para no volver con el tractor y las manos vacías se le ocurrió al tan insensato como irresponsable Manolo cargarlo en el remolque para , bien pulido y remozado, sumarlo a su humilde museo familiar.

Relajados y tranquilos emprendieron los raterillos el viaje de retorno por el mismo camino que habíamos llevado. El conductor anhelando rematar la faena cuanto antes. Y un servidor, cansino y aletargado, envidiando a unas vaquitas que sesteaban plácidas y felices a la sombra de una encina acogedora.

Perezosamente alcanzamos la meta del Asmesnal anhelantes de sombra y refresco reconfortantes. A nuestra espalda quedaba la larga jornada matinal, acordando en la despedida volver cada uno a su redil, rematar la faena de recogida del “tesoro escondido” en cualquier otro momento y día más oportuno.

Transcurrida la hora de la sagrada siesta hispana, cuando la tarde caía y el sol declinaba hacia los lugares del infausto acontecimiento del saqueo, y un denso cúmulo anunciaba tormenta vespertina, inesperada y sorpresivamente aparecen en La Colina de Palacios Juan José con su esposa Pepa. Llorosa ella y pálido de muerte él.

- “La que hemos armao”- fueron sus palabras de saludo. -Tenemos que ir a declarar a la comandancia de la guardia civil. Poco después de iros vosotros, se presentó en nuestra casa la guardia civil - (tricornio a la cabeza, fusil en bandolera y pistola a la cintura)- acusándonos de robo de enseres en La Sagrada a plena luz del día.”

El notición del verano corrió como la pólvora, aumentado y agravado, por plazas, bares y solanas de Santiz y aledaños.

La justicia tendría la última palabra. Lamento no poder dar cuenta detallada del “proceso judicial”. No recuerdo ni nombres, ni circunstancias del cuartelillo de la guardia civil, ni interrogatorios o sentencias.

Únicamente imborrable pervive en el recuerdo la imagen del momento en que cuando una tarde de un día sin fecha, y por una calle desconocida de un pueblo totalmente ignoto, cual reo que camina hacia el patíbulo, cabizbajo y avergonzado, avanzaba a declarar ante la mirada de mujeres inquisitivas y curiosonas, sentadas en medio de la calle, dificultando el paso.

Siento así mismo no poder comunicar a mis lectores la sentencia, pues el juicio no llegó a celebrarse. Tampoco se supo- ni se intentó averiguar- la identidad del misterioso autor del chivatazo, ni la del afortunado dueño del “tesoro robado”, quien muy pronto arrepentido retiró la denuncia presentada.

Como siempre que ha llovido, ha escampado y las aguas acaban siempre volviendo a su cauce. A los pocos días o escasas semanas del proceso judicial, la pareja de pardillos transgresores sufridores recibieron comunicación verbal de que la denuncia había sido retirada. Y …colorín colorado…

Al ver la luz esta historieta real, recreada en cuento de verdad por un anciano, cuya publicación le llena de regocijo, volvió a amanecer. Una vez más el benéfico sol apareció por oriente para iluminar la tierra y hacer brotar y crecer en armonía cielos azules, verdes praderas y trigales , oscuros encinares y robledales en este rincón ledesmino de fincas de “Santos”.