domingo, 31 de diciembre de 2017

Deshojando amapolas

A pesar de la sequía del año que vence, en este blog ha brotado una singular amapola: debut lírico de la nueva poetisa/poeta (¡qué lío, perdón!), cosecha de mi nuevo oficio como maestro de futuros juglares y afinador de ritmos poéticos.


DESHOJANDO AMAPOLAS 

En devaneos abstraída me dormí,
y abrazada a mi sueño despertaba
en un campo de tiernas amapolas,
hipnotizada por sus fascinantes pétalos.

Comprendí que por fin había llegado.
En su vaivén las amapolas me acunaban,
y de su efímero abrazo,
amorosa terminé prendada.

Evocadora,
su exuberante naturalidad aflora,
y mis sueños cual fiel guardiana 
atesora.
.
Cuando de dónde vengo hoy preguntan,
orgulloso responde el campo de amapolas:
“de humilde semilla toda planta brota”. 
                                                                               BG                  
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Deseando un feliz y fructífero 2018 en el florido jardín de la poesía a los amantes de la palabra! - MJG

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Mis relaciones con el L I B R O y la P L U M A II - Escritos y Publicaciones

Lector infatigable, escritor aficionadillo, editorialista agradecido

Accediendo a ruegos y solicitudes familiares presento, cumpliendo promesas del capítulo anterior, relación simplificada de mi quehacer profesional y mi afición al libro, la pluma y la publicación. Quiero sin embargo, que quede bien claro de antemano, que jamás me he sentido escritor, ni he presumido de investigador y crítico literario. Y mucho menos de versificador. Simplemente me confieso seguidor del principio de que…

“Quien mucho lee suele terminar escribiendo”.

Muchos de los que hemos terminado disfrutando de la pluma -¡o del bolígrafo!- escribimos para poner en negro sobre blanco recuerdos y vivencias memorables, para recuperar sueños soñados y realizados y reconciliar el revolucionario pasado con el pacífico presente.

Tal es el caso de este bloguero, escritorzuelo de andar por casa, tras haber frecuentado y husmeado en numerosos archivos y bibliotecas hispano-germanos y haber conquistado el patrimonio de una biblioteca de 3.000 ejemplares, partiendo de cero absoluto en infancia y adolescencia. La participación en sinfín de seminarios, congresos y coloquios, las variadas conferencias y ponencias de toda índole finalizaron publicadas en revistas especializadas, alemanas y españolas principalmente.


Testimonio y huellas de tan largo recorrido por aulas y editoriales de Alemania y España es la siguiente muestra fotográfica de publicaciones, iniciadas en Frankfurt y Dortmund, continuadas en Bilbao y clausuradas en Madrid.


La foto adjunta ofrece imagen de las baldas a ellas reservadas en una de nuestras bibliotecas: portadas del “Werther”, del “Simplicissimus” y de las “Afinidades electivas” como las más representativas en el catálogo de Traducciones y Publicaciones. En segundo plano figuran el “Fausto” y “La pícara Coraje”, todas ellas en la colección “Letras Universales” de Cátedra (Ed. Anaya). El Werther y el Fausto, publicados también en la Editorial Sudamericana de Buenos Aires y La Pícara Coraje por Capitán Swing Libros.

Entre las de mayor volumen destaca la “Historia de la literatura alemana” de Cátedra y el “Werther” como las de notable éxito editorial (24ª edición en 2017) y edición especial encuadernada, al figurar entre las cien obras más vendidas en la celebración del 30º aniversario de la serie en la Biblioteca Nacional de Madrid.

“La práctica hace al maestro”

En la revista pedagógica alemana “PRAXIS des neusprachlichen Unterrichts” aprendí a compaginar Teoría y Práctica, Lectura y Escritura. Y en la española “El Exportador” di los primeros pasos en Periodismo y Práctica como corresponsal en Alemania. De aquellos principios, de todo el recorrido, y de este final docente, editorial y publicista puede el lector interesado encontrar testimonio en algunas de las separatas - ensayos, ponencias, conferencias y publicaciones que aparecerán en breve en LinkedIn.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Mis relaciones con El Libro y La Pluma I

“Literatura no es objeto de saber, por consiguiente, ni se estudia ni se aprende, sino que se disfruta, se siente, se vive”, solía aconsejar mi compañero y estimado pedagogo de la Complutense, Jesús Cantera.

¡Aquellos días azules! - ¡Aquel sol de la infancia! (parodiando a Antonio Machado)… Y en un principio fue la Palabra... La Palabra rimada, la palabra hecha música y regocijo… coplas y cantares. Mi primer contacto con la Poesía (el arte de la Palabra) fue a través de la Música, la que según Cervantes “no es solo algo muy bello, sino la expresión de la más alta Poesía”.

Y precisamente con la poesía cantada (canciones religiosas y patrióticas, de iglesia y de escuela): villancicos y cánticos a la Virgen en el mes de las flores, el mes de mayo, y canciones patrioteras en tristes tiempos escolares de guerra. Pero también alegres y lindas tonadillas de arada y de siega, coplas de ciego, cantares de ronda y de taberna, nanas y canciones de cuna. Letras y melodías populares en el más estricto significado del calificativo. Aprendidas todas ellas de oído y de memoria (el libro era rara avis en aquellos tiempos, en aquellas pequeñas, perdidas y lejanas latitudes charras). Patrimonio único popular -hoy arrinconado y casi perdido- en costumbres, ceremonias y festejos de aldea. Inolvidables letras y melodías que perviven perpetuadas en el santuario de los recuerdos infantiles. Canciones que mantienen fresco el olor y el sabor a juegos y juguetes, a risoteos y carcajadas, a fiestas y alegrías.

Mas, mis primeros contactos con los Libros y la Literatura fueron pausados y tardíos. El proceso de acercamiento y afición al Libro y a la Lectura fue irregular y lento. En solitario y en soledad. Con altibajos.

Indeciso y desorientado cursé un Magisterio por libre dos años desde mi pueblo, y una Licenciatura de Filología Moderna durante cinco años teóricamente en Salamanca, con sucesivas interrupciones en Plasencia (Cáceres), Vegas de Matute (Segovia) y Frankfurt (Alemania).

Llegué con retraso -como casi siempre- a todas las estaciones. Especialmente a la de la Pluma. Curiosamente, comenzando por la de la Poesía. Tal vez mi comunicación directa con la Naturaleza desde mi infancia y adolescencia de aldea, mi afición a los colores y sabores del campo, al espectáculo diario de las nubes, las dulces alboradas y los nostálgicos atardeceres, a la vivencia plena de primaveras y veranos, mis relaciones cordiales con animales, flores y plantas fueran embajadores y forjadores “culpables” de mi incipiente admiración y devoción por Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Lorca, Alberti, Gerardo Diego, etc. Nombres que aparecieron en el horizonte de un bachillerato a la antigua, sin pena ni gloria. Historicismo y memorismo a ultranza con la aburrida “Preceptiva Literaria” de retruécanos y sinécdoques como única fuente de saberes técnicos literarios. 

El paso -aunque a puntillas, según referencia anterior- por la universidad salmantina y la germanística, la empatía con los románticos alemanes, Heine y Hölderlin, Schiller y Goethe a la cabeza, Las Rimas y ritmos de Bécquer (todavía resonando melódicos en mi memoria), los Chopos y Álamos del Duero machadianos, con sus ramas de ruiseñores llenos, los cantes de los gitanos de García Lorca, El Azul del Mediterráneo y la bahía de Cádiz de Alberti, por citar algunos de los más populares, incluso mis recitales y fiestas de la poesía escolares , donde no podían faltar “El dos de Mayo”, “La Canción del Pirata”, “Volverán las oscuras golondrinas”, “La princesa está triste” -entre otras tantas muestras emblemáticas- fueron jardín de las delicias y terreno abonado para mis incipientes y felices pasatiempos literarios.

Resulta difícil al artista vivir sin Romanticismo. Si no lo pone en su obra, lo pone en su vida, si no lo pone en su vida, lo pone en sus sueños” (Pierre Reverdy). Habilidosa y circunstancialmente este romántico pura sangre pudo -y supo- compaginar vida y sueños. Coordinar profesión y devoción. ¡Y amistad! Nunca me faltaron consejeros y amigos en Salamanca, en Alemania, en Bilbao o Madrid. Sirva este capítulo de público agradecimiento a los profesores salmantinos (todos ellos como es lógico fallecidos): Don Fernando Lázaro Carreter, mi profesor de Crítica Literaria (Director que fue de la Real Academia de la Lengua), Don César Real de la Riva (Director de mi Tesis doctoral), el Doktor Weidt (Universidad de Münster), Don Emilio Lorenzo (Académico de la Lengua, afectuoso y queridísimo compañero, paisano paternal, de Puerto Seguro, Salamanca) y Hans Juretschke (catedrático de La Universidad Complutense y director del Departamento de Filología Alemana), al Padre Ignacio Elizalde , profesor de literatura española y Director de la revista Estudios de Deusto, en la Universidad de Deust, Bilbao). 

A todos ellos debo el empujoncito profesional, el ejemplo y el fervor al arte de la docencia y la palabra. Ellos fueron quienes alimentaron mis ilusiones estudiantiles, mi inclinación a la docencia universitaria, me marcaron el camino, alimentaron mis sueños y mi afición a la Lectura, a la Escritura, a la Traducción y a la Crítica e Investigación literarias. Y a ellos debo las primeras publicaciones y ediciones.

Apartado este último al que irá dedicado el próximo capítulo y en el que merece especial dedicatoria un editor de Dortmund: el director de la editorial “Lensing Verlag”. El inolvidable y querido amigo Herr Lorson. Sin su ayuda y dirección, sin su aparición mesiánica y sorpresiva, un día cualquiera en Frankfurt, brindándome colaboración en la revista pedagógica “PRAXIS des neusprachlichen Unterrichts", probablemente hubiera sobrado este capítulo en mis Semblanzas Románticas. Y en blanco figuraría en el Archivo de Amistades la figura de este garrido y atlético germano, arquetipo de honradez profesional y relaciones humanas. En el recuerdo perduran las recíprocas invitaciones familiares en Dortmund y Algorta, después de nuestro definitivo retorno a España, cuando en realidad empieza virtualmente mi vida académica -¡nunca academicista!- y literaria de aficionado sin pretensiones.

Casual o afortunadamente supe o pude coordinar profesión y devoción. Conllevar y poder desarrollar Literatura en su doble vertiente: Lectura y Escritura, Poesía y Prosa, Crítica e Investigación literarias. El paisanaje con algunos de los grandes Pícaros y Celestinas españoles puso el broche de oro. La simpatía de los Lazarillos, Buscones, Estebanillos, Guzmanes y Justinas cabecillas de la picaresca europea y la empatía con los alemanes Simplicissimus y Courage, entre otros, se vieron premiadas con estudios, becas, investigaciones, traducciones y publicaciones en el campo de la comparatística.

A la Novela Picaresca y al Renacimiento dedicaría especial tiempo y lugar incentivado por la Tesis Doctoral “Antonio de Guevara en Alemania y su influencia en el Simplicius Simplicissimus”. El Romanticismo -la lírica en primer plano- y la Novela contemporánea tanto la española como la alemana, con mi adorado Delibes y los premio Nobel Hermann Hesse y Heinrich Böll -entonces estrellas de moda- como santos de mi especial devoción, fueron fieles y asiduos compañeros de viaje en mi deambular por los entreverados vericuetos de las Letras. De “Las Opiniones de un Payaso” de Böll llevé a la práctica el lema de que “para aprender a escribir hay que aprender a sentir estímulos sensoriales: Hay que aprender a oír, ver y oler”.

Testimonio de lo antedicho -¡obras son amores!- ofreceremos en el siguiente capítulo relación de mi obra escrita e impresa. Sirvan de presentación y representación las fotos de la primera y última de ellas : años 1962- 2016 respectivamente.
   

martes, 31 de octubre de 2017

NUEVA DÉCADA NUEVOS RUMBOS: ¡ La 4ª Edad!

“Precisamente cuando se es viejo  hay que demostrar que restan ganas de vivir” (Johann Wolfgang von Goethe)...

… ¡y de escribir! El jardín, antaño florido, de mi memoria brinda todavía hoy frutos que degustar, solicitando a aldabonazos merecida entrada en nuestro Blog. 

... hoy vendimia
de sabrosos frutos
El jardín antaño florido ...
Siguiendo el consejo del Arcipreste de Hita “Por lo pasado no estés mano en mejilla”, superado el larguísimo y bochornoso verano de este 2017, caracterizado por la vagancia e inactividad… y el calor, retomamos “con la mano en el ordenador y la cabeza en alto” el bolígrafo y el pasatiempo de la escritura y la lectura, reconstituyentes recomendables. Ésta última, o más bien ambas, incentivadas por un SOS de Inés, nieta bachiller en ciernes, suplicando ayuda angustiosa ante la lectura obligatoria de la CELESTINA. Ni miento ni exagero al afirmar que a ella y a FERNANDO DE ROJAS con la relectura de su inmortal “Tragicomedia de Calisto y Melibea,“ historia tan sutil, escrita en un estilo tan elegante, debo el disfrute otoñal del arte de la palabra. Hasta tal grado que La Celestina se ha ganado por méritos propios ser incluída en la nómina de mis obras literarias predilectas. “Obra rayana en lo divino si encubriera más lo humano” (Miguel de Cervantes).

El cúmulo de peroratas y parlamentos de toda índole, tanto de la “madre” alcahueta y hechicera protagonista y de sus acólitas, como de los criados y sus amos, me han llevado a hacer bueno el subtítulo del prólogo del poeta Luis García Montero en  su versión teatral moderna: “La complejidad creativa (o El buen tiro por la culata)".

A la serie de consejas que suelta Celestina a su joven pupila Alisa incitándola “a gozar de su noble y florida mocedad, tiempo en que mas placeres y mayores deleites se alcanzan…” contrapone la madre-maestra, en bellísimas metáforas, la siguiente retahíla barroca de males, penas y congojas, en suma: la tragedia  de la ancianidad . Drama que me permito transcribir para deleite de lectores de todas las edades:

"Pues a la mi fe la vejez no es sino: un mesón de enfermedades, posada de pensamientos, amiga de rencillas, congoja continua, llaga incurable, mancilla de lo pasado, pena de lo presente, cuidado triste de lo porvenir, vecina de la muerte, choza sin rama que se llueve por toda parte, cayado de mimbre que con poca carga se doblega".

Exageración profesional y literaria desorbitadas, maravilloso cuadro realista apocalíptico  que Fernando de Rojas pone en boca de la vieja hechicera sesentona. Y sobre manera, para tranquilidad y sosiego de los “Afortunados de la 4ª edad)* en el siglo XXI, en el que afortunadamente han desaparecido los mesones y posadas, las llagas incurables, las chozas sin ramas, los cayados de mimbre…

Como sucedáneo, este bloguero ofrece y brinda a sus coetáneos el siguiente Decálogo del buen vivir   y mejor envejecer, dictado por honorables firmas de todos los tiempos y estamentos:


  • Envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo. (Saint-Beuve)
  • El arte de  envejecer es el arte de conservar alguna esperanza. (André  Maurois)
  • Nada nos hace  envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos. (Georg Lichtenberg)
  • Nadie es tan viejo que no pueda vivir un año más, ni tan mozo que hoy no pueda morir. (Fernando de Rojas - La Celestina)
  • Los árboles más viejos dan los frutos más dulces. (Dicho español)
  • Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma. (Albert Schweitzer)
  • Poca gente domina el arte de envejecer. (La Rochefoucault)
  • El anciano es el aristócrata de la Vejez. (José Luis Coll)                            
  • Todo el mundo quiere llegar a viejo, pero nadie quiere serlo. (Martin Held)
  • El cayado de la Ilusión  y de la Fe robustece el espíritu y endereza la corcova  de los años. (Manuel J. González)


*LA 4ª EDAD comienza para el maestro bloguero al albor de la última década de siglo.

martes, 17 de octubre de 2017

Mi relación amistosa con EL ÁRBOL

La Historia Interminable 
"Los Árboles hacen más azul el azul del cielo" (MJG)

El protagonista de la siguiente historieta vino al mundo en un pueblecito castellano-leonés, más concretamente salmantino, al que pudiéramos catalogar como el 3P: Pequeño, Pobre, Perdido. Pequeño, pues sus vecinos no llegaban a la veintena. Perdido, ya que en el aquel entonces no había llegado todavía el asfalto al par de caminos de carros que lo comunicaban con los poblados vecinos. Y Pobre, finalmente (en plena acepción del adjetivo y por mi relación y conocimientos de arboricultura), pues, exceptuada la encina y familia, el árbol que le prestó nombre: Carrascal (1. sitio poblado de carrascas, 2. encina pequeña o mata de ella) y las zarzas (zarzamoras) invadiendo paredes divisorias en los minúsculos “cortinos” de la periferia, el resto de vegetación arbórea podía contarlo con los dedos de una mano. De frutales, árboles de adorno, coníferas, incluso de choperas, alamedas y robledales… ¡nada de nada!

El niño amante de los animales creció, vivió, y convivió, con gatos y perros, gallinas y palomas, cabras y ovejas, cerdos y burros, mulas y caballos, vacas y bueyes… entre los que se sentía como pez en el agua. Y, ¡para qué contar de las aves y pajaritos que alimentaban sus sueños! Pero entre ellos reinaba el vacío y la pobreza vegetal -¡ni flores, ni jardines, ni árboles!-, la dominante en los secos veranos y lluviosos inviernos de meseta. Excepción que confirma la regla: algunos chopos -tres de ellos legendarios ¡desaparecidos!- estirándose hacia el cielo, enhiestos vigilantes: 1. el del camposanto, 2. el del “cortino” del señor Eusebio a la entrada única del pueblo, en el camino de San Pedro, dando la bienvenida a los forasteros, y 3. el de los charcos, centinela por el este.
Tal vez fueran estas circunstancias primitivas, el vacío o la pobreza vegetal, quienes al ampliar mis horizontes, desataron en mi alma el interés y la pasión por la Naturaleza.
Cuatro fueron las etapas importantes en mi largo deambular por el reino vegetal. Fases o momentos que configuraron este recorrido por el Bosque de mi Vida.

El Árbol en el Pasado recobrado. 
Primeros pasos: Zarapicos, autodidactismo idílico.

Este minúsculo municipio, a tiro de piedra de mi Carrascal, distancia recorrida de niño saltando y cantando hasta la casa de mis abuelitos paternos, fue mi primera y más práctica “Cartilla de Ciencias y Amor a la Naturaleza”. “Oasis de verdor y frondosidad”, lo definí en uno de los primeros capítulos de este Blog. Simplemente quiero repetir que allí se fraguó mi amor y pasión por la Naturaleza.
 Rara era la familia que no compaginaba jardín con huertecito, flores con frutales. Fue vivero y escuela de prácticas y cariños: con primos y amigos aprendí a distinguir alamedas, donde anidaban las oropéndolas, de choperas preferidas de las urracas. Con el par de frondosos alcornoques y algún roble en el Valporquero, huerto del abuelito, aprendí a diferenciarlos de las encinas del monte de Carrascal. Y en los babilónicos jardines de la tía Irene convivían flores y frutas: rosas de todos los colores y un árbol del paraíso, compitiendo en aromas con mimosas y celindas. Peras, ciruelas y manzanas de toda clase, coloridos y sabores, alternando con membrillos, nogales e higueras, avellanos y almendros. Unos y otros, todos ellos, continúan adornando la plaza de mi memoria con las ramitas y frutos robados a los que se atrevían a sobrepasar la pared de la plaza del pueblo.

El Árbol hecho Palabra y Poesía

Un paso de gigante en este campo fue el descubrimiento de la belleza de la Palabra y la Poesía: al Árbol debo también mi debut escriturario y mi afición a la pluma. Incentivado por el artículo de prensa local que noticiaba la Fiesta del Árbol, redacté una breve reseña de la historia de dicha fiesta. Animaba a los lectores de La Gaceta Regional a seguir el ejemplo de Nebraska (EE.UU) donde a partir del 10 de abril de 1872 -primera fiesta del árbol registrada- llegaron a plantarse más del millón de árboles para proteger del viento, las tormentas y la calima las llanuras de este estado americano. Y tuvo que llegar -¡y llegó!- mi devoción al árbol en forma de verso. Fueron los chopos y álamos del río, de mi trocito de Tormes,  quienes me arrastraron hasta la pasión por los álamos y chopos del Duero de Antonio Machado:

He vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en la Ribera
Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas
Esos chopos del río que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua cuando el viento sopla…

El árbol hecho verso. El árbol un libro abierto. El jardín y el huerto convertidos en Poesía. Paisaje y Poesía armonizados al ritmo de “Campos de Castilla” de A. Machado, de “El Ciprés de Silos” de Gerardo Diego, de “La Encina” de Gabriel y Galán, y de “El Huerto “… “Del monte en la ladera, plantado…” por Fr. Luis de León, ...

Alemania, mi maestra en tantas materias

La ampliación de horizontes culturales y profesionales, desencadenada del lastre del pasado, acució mi afición y amor a la Naturaleza, a los vegetales y a las plantas. A ello contribuyó también cierto episodio anecdótico que me permito relatar a continuación (¡el suspenso más vergonzoso en mi carrera de aprendizajes!): durante mi primera estancia como becario en Frankfurt, supe conquistar la amistad del director de Turismo en la ciudad del Main. Herr Möhring, tal era su nombre, funcionario cordial y hospitalario, acogió con simpatía y altruismo a este españolito, uno de los primeros emigrantes hispanos que llegaban a la Alemania de Postguerra a mediados del pasado siglo. Con frecuencia invitábame a su casa y a pasear por el frondoso bosque de la ciudad, el famoso Frankfurter Wald. En su interés por el español y la cultura española insistía una y otra vez en repetir la pesadita pregunta habitual en nuestros paseos: Wie heisst Das?” (“¿cómo se llama esto?”), refiriéndose a todo tipo de vegetal del entorno. ¡Tierra trágame! Como buen españolito, para mí todas las coníferas eran pinos, todos los árboles con hojas eran chopos y todos los arbustos escobas o carrascas. ¡Qué vergüenza! ¡No sabía ni un solo nombre en español! En suma, cero en terminología y conocimientos de botánica y arboricultura. Pero no hay mal que por bien no venga. Desde aquel suspenso, me apliqué en cuerpo y alma a observar, estudiar y disfrutar de la naturaleza. ¡Un inmenso espacio se abría ante mí! Muestra de ello son la plantación y cultivo de árboles y plantas de todo tipo en La Colina de Valmiguel: “vivero familiar” donde impera el valor y belleza del árbol, el amor a las flores y las plantas.

La Colina de Valmiguel en Palacios del Arzobispo y los Jardines familiares. 

Historia interminable.  La práctica hace al maestro. Y… “la labor de la viña, ella lo paga en vendimia”… en fruto, agradecimiento y alegrías. El Amor al árbol, plantas y flores es tradición familiar que mis hijas, yernos y niet@s cultivan con esmero. En su pequeño jardín crecen: higueras o nísperos, ailantos o acacias. Florecen lilos, forsitias y mimosas. Adelfas y romeros. Prunos, árboles de Júpiter y trepadoras varias. Al cobijo de las parras de uvas, flores de primavera y verano pueblan arriates y jardineras, tiestos y terrazas. En el Bosque de las ilusiones familiares conviven perennes, brotando y floreciendo todas las primaveras, infinidad de árboles y plantas adornando las veredas de nuestro caminar. Árboles, plantas y flores son nuestros mejores aliados.

“Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”. (Martin Luther King) 

Y como punto final, un pensamiento griego que subrayo pretendiendo llevarlo a la práctica:

”Una sociedad se hace más grande, cuando los ancianos plantan árboles, aunque saben que nunca se sentarán a su sombra”.



[i]  Nota obligatoria. El pueblecito 3P continúa pequeño, es cierto. Pero, transformado en el de las 3R: “Resucitado, Remozado y Reencontrado”. Resucitado y remozado por nuevas generaciones, que de las ruinas y abandono han levantado vida y verdor: un coqueto parque al amparo del campanario, chalés y nuevas viviendas con su jardincito y sus flores. Incluso hasta nuevas plantaciones en lugares simbólicos. ¡Fiesta del Árbol publicada en La Gaceta!

martes, 8 de agosto de 2017

¡¡¡C A P Í T U L O 1 0 0!!!

¡Quién hace un cesto hace ciento
si le dan mimbres y tiempo!

A la chita callando han pasado los días,
los meses y los años,
alegre y perezosamente, páginas
y capítulos emborronando.

Compaginando “tiempo y mimbres”
con palabras, mis fieles amigas adoradas,
relajado jugando y …
hasta un Libro de Memorias
del hoy Nonagenario publicando!

Todo ello por obra y gracia,
arte y parte,
de mis hijas y su madre,
de l@s hij@s de mis hijas
de parientes próximos y lejanos:
de Secretarias, ilustradoras y fotógraf@s,
correctores, comentaristas y crític@s lector@s.

Sin pensarlo, comerlo ni beberlo,
el Capítulo 100! aparece
suplicando audiencia,
y el Bloguero Manuel Jota,
de tiros largos,
mariposeando y amapoleando.

¡Escribiendo como puede y como suele!
Entre mares de “bolis” navegando.
En desordenado escritorio,
- ¡el desmadre y el disloque!-
continúa desglosando y resucitando
las glorias y la magia del Pasado:
¡Al azar, por las callejuelas
del corazón y la memoria navegando!

Disfrutando -¡afortunado!- del Presente.
Siempre en armonía,
amparado, animado y escoltado,
por mis fieles impulsoras y lector@s
Y siempre… con la venia
y el permiso del Señor de lo Alto.



Palacios del Arzobispo, agosto 2017, disfrutando de familia, naturaleza  y vacaciones

jueves, 4 de mayo de 2017

¡EL MEJOR REGALO UN ÁRBOL!

Homenaje a la Encina y al Cedro en “El Día del Bosque”

"Recordándolos vuelven a brotar los árboles que dieron vida a mil ilusiones". MJG

En el Día del Bosque del presente año (un servidor ignoraba que existiera tal celebración institucionalizada por la ONU en 2013 y fijada para el 21 de marzo, llegada del equinoccio de primavera). Este Bloguero, asociándolo a mi Fiesta del Árbol y acompañado de El Árbol (poema de R. Tagore), emprendió vuelo sentimental de retorno a los argénteos años de la Infancia y se posó en la Encina del Pozo*, árbol centenario y significativo, a tiro de piedra del pueblo, en la ladera del teso de El Palomar y a un paso del pozo que le prestó apodo. 

Foto de Adela Burgos
Pues, este arbolito, con la competidora compañera, nuestra Encina de Rudi en La colina de Valmiguel, servirán de columnas jónicas de pórtico a los dos capítulos siguientes dedicados a la Historia de mis relaciones con el Árbol. Comenzaré, a ritmo de cuento, con el primero de ellos. 

“Un amigo mío”- así suelen comenzar muchos de los relatos de los humanos de a pie- uno de esos viejos y verdaderos amigos, nacido allende los Pirineos, y residente actualmente en las Islas Afortunadas, nos hizo, a mí y a mi familia, uno de los regalos más descabellados y sorprendentes: nos regaló una encina. Pero no una encina cualquiera. Sino ¡una encina centenaria!, compitiendo con la Encina del Pozo de mi Infancia. Centenario significa en este contexto, según la RAE, “una o más centenas de años”. (En relación con “mis encinas” significa “varias”). Lo mismo pueden ser  tres que cinco.

Pues, la “Encina de Rudi”, así apodada por el nombre del donante, es uno de los más preciados regalos de los que presume la familia González en La Colina de Valmiguel. Regalo de gigantesco tamaño y de valor incalculable como sus años. Tras una costosa limpieza generalizada (las zarzas trepaban ramas arriba metros y metros y la maleza dificultaba el acceso y no permitía ni ver el tronco), la Encina de Rudi es la joya y monumento de La Colina. Ideal préstamo de sombra y alegría para la vista y el paseíto.

Foto de Adela Burgos
Otro regalo arbóreo histórico es el Cedro del Líbano. Puedo presumir de haber disfrutado, muchos años ha en un viaje a Israel, del conocimiento in situ de la histórica cuna del legendario árbol bíblico. Tres fueron los enhiestos y esbeltos cedros que con su copa piramidal, atalaya y escenario de cantos de paseriformes y columbáceas. Además, con sus horizontales brazos, expanden sombra y frescor al solárium de la piscina. Posiblemente rondando la treintena (uno de ellos ya pasó a mejor vida) fue un regalo especialísimo. Especial por su procedencia y las características del donante: Facultad de Letras de la Complutense madrileña y bedel de la planta de mi despacho. Sabida es mi devoción y pasión por plantas, flores y árboles. También debo confesar que en mi ámbito profesional tanto montaban los de abajo como los de arriba, y entre mis relaciones y amistades figuraba el jardinero de la Facultad, aldeano emigrante de un pueblecito abulense, con quien solía compartir charla y compañía. Pues éste amigo fue quien un día me regaló, bien envuelto en un saco, con cepellón y todo, uno de los cedritos que crecían alrededor de un hermoso ejemplar del jardín que cuidaba con ejemplar esmero. Hoy convertidos en el dúo de esbeltos cedros de la foto, compitiendo en frondosidad con el dueto de piñoneros guardianes de una de las entradas de la colina. 

Hay además otros árboles-regalo, menos vistosos, compañeros de viaje en mi deambular por el bosque de la vida, que nacieron, crecieron y murieron. Sin alcanzar, por tanto, talla ni valor de los homenajeados. En el recuerdo perviven ailantos, acacias y prunos obsequio de los abuelitos, Palmira, la Tante Lola y el Onkel Pepe, el año que el Bloguero celebraba el medio siglo. 

La plantación en La Colina resultó tan exitosa y nuestra relación con el paisaje y el árbol ha sido tan íntima, que además de “refugio amable de los pájaros” y “sombra bienhechora que nos cobija”, parece como si Tagore hubiera puesto en sus acículas las cariñosas palabras dirigidas a quienes los queremos y mimamos: 

Tú que me plantaste con tu mano
y puedes llamarme hijo, 
o que me has contemplado tantas veces, 
mírame bien, pero… 
no me hagas daño.

Y “quiéreme mucho” añade el Bloguero.

(Sigue  un nuevo capítulo dedicado a los árboles).
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* Redactado el capítulo y solicitando de mi amigo carrascalino Feli - hijo de mi querido e inolvidable vecino y compañero Fili - una foto de la Encina del Pozo, éste me comunicó que dicha encina había ya desaparecido. Lo que aumentó mi nostalgia y melancolía.

miércoles, 26 de abril de 2017

RITORNELLO AL PASADO

Barajando Recuerdos *

Ilustración de ©iribù
Este Bloguero, encaramado en la cima de los noventa, apoltronado en el sillón nonagenario de su despacho durante todos los meses y días del pasado 2016, ha vivido como en una nube, cegado por el resplandor de tanto elogio, parabienes y homenajes desorbitados y abusivos. Pido por ello disculpas a mis fieles lectores. Confieso avergonzado, haber pasado de largo de mis obligaciones escriturarias durante todo este tiempo y haber incumplido la promesa anunciada en el Prólogo, relegando el objetivo inicial del Blog: narración de Memorias y Semblanzas Románticas, convertidas en este año de gracia en sentimentales Crónicas de actualidad  familiar.  

Retorno por tanto al Pasado, al Presente anclado en el Pasado = inquietud inevitable en la senectud, compañera inseparable día y noche, principalmente en los varios desvelos e interminables duermevelas, fatigosa lucha por aprehender y resucitar vivencias y experiencias del lejano pasado.

En esta Memoria, cada vez más desordenada y deslavazada por el paso y el peso de los años, y recrudecida por la abrumadora melancolía, es difícil la reconstrucción fiel del Pasado. Intentaré, sin embargo, ser fiel a mi consigna romántica… Aunque “del dicho al hecho hay un buen trecho”, procuraré demostrar que “una cosa es ser viejo, y otra sentirse viejo”. El destino -o la Providencia- me ofrecen motivos suficientes para no dejarme amilanar por la vejez.

Dado el ingente material acumulado en tan largo recorrido y a la magnitud de los Recuerdos, aunque muchos de ellos ruinosos y distorsionados, intentaré retomar  nuevamente el pulso del (o al) Pasado, sin caer en nimios convencionalismos, consciente de que cada tiempo tiene su ritmo según la edad.

Caminando a tropezones con el bagaje de la Memoria a cuestas, con el regusto por revivir etapas lejanas: escenarios y paisajes, personajes y personas, familiares y amigos inolvidables, afincados fuertemente en el corazón. Sueños y ensueños  que van desmoronándose y deslizándose paulatina y silenciosamente.

Flotando en el aire y al viento de los sentimientos,  echaré mano de los más relevantes e impactantes en esta nueva singladura,  comenzando  por las lejanas e  inolvidables, Infancia y Juventud propias y de nuestras hijas y niet@s. Este plurale tantum, tan utilizado en este Blog, incluye o significa también Palmira, fiel y paciente colaboradora en tan voluntariosa como voluminosa empresa.

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* Ponte en paz con tu pasado,
   así no arruinarás tu presente.

miércoles, 5 de abril de 2017

CANTAR DE LOS VENDIMIADORES


Homenaje a las viñas de María Marcos y Clemente Herrero
en Palacios del Arzobispo

Guía de lectura:
Los libretistas de esta seguidilla - la “González Family”- no pretenden competir con los grandes maestros trovadores de la Vendimia como Miguel Hernández - Canción de los vendimiadores - o Mercedes Sosa - El sueño de la vendimia. Tampoco los “Herrero Musikanten”, intérpretes del mismo, sueñan con hacer sombra a cantores profesionales del Vino y la Vendimia como “Mester de Juglaría” y otros... Pero, motivados por la canción de vendimia de la familia de “Cuéntame cómo pasó”, hemos compuesto la siguiente seguidilla, porque los Herrero sabemos también disfrutar -¡cantando!- del encanto y placer de la Vendimia propia.

Canción de vendimia

Nunca plantes tu viña junto al camino
porque todo el que pasa coge un racimo
Y de este modo (2)
te la van vendimiando
poquito a poco.

La viña La Bandera es viña de ole
porque saben podarla vendimiadores
Y de este modo (2)
el vino La Colina es medalla de oro.

Hay en lo alto otra viña: de Tina y Nacho,
que Rafa la administra de rato en rato.
Y de este modo (2)
los Herrero y Herrero
tienen buen mosto.

La viñita del Caño se siente sola
más tiene su caseta que la consola.
Y de este modo (2)
anhela más compaña
codo con codo.
Y de este modo (2)
vendimiaremos juntos
en este otoño.

(Música y letra de 1ª estrofa: Popular)
(Letra de estrofas 2ª, 3ª y 4ª: Manuel José e hijas)
Palacios del Arzobispo, Abril 2016



Coda:

Ejemplo espectacular de los resultados que una buena letra y popular música pueden ejercer en versados intérpretes (antes de degustar el producto anhelado), que me han inspirado esta estrofa adicional:

La viñita del Caño no está marchita, 
pues Luisa- Juan y Trío la resucitan.
Y de este modo (2)
pronto Los Regalado tendrán su mosto.

martes, 21 de marzo de 2017

VENDIMIA 2016, de Primera y Regalada

Marzo ventoso y Abril lluvioso sacan a Mayo florido y hermoso”.

Pero en el mayo del pasado año, se torcieron las tornas y la lluvia llegó en mayo y las flores y la hermosura brillaron por su ausencia. Lo que sí fue cierto es que cayó agua y torció todos los planes de hortelanos, horticultores y viticultores. La meteorología, además, dio al traste con todos los proverbios y refranes sobre el tiempo. Algún ejemplo: “Por Santa Cruz (3 de mayo) la viña reluz” y en el 2016, por esas fechas, los viñedos de media España continuaban en pleno letargo invernal; “Por San Gregorio (9 de mayo) la pipa al hoyo”, y en ese año de gracia las pepitas de melones, sandías, calabazas, pepinos etc.etc. tuvieron que esperar para su siembra hasta finales de mayo, debido a la cantidad de agua que descargaron las nubes y a las bajas temperaturas, condicionantes de las labores del campo. Tampoco ese año y por el  festivo San Gregorio, patrono de Lumbrales, capital de la comarca charra del Abadengo, próxima a Las Arribes, verdegueaban los viñedos durante la típica bendición de las viñas en las fiestas de este pueblo  con vino propio de D.O. Abadengo.

¿Pero a son de qué tanta meteorología y palabreo refranesco y santurrón? Pues, simplemente para justificar que los viñedos empezaron a brotar por San Isidro (15 de mayo) -aunque tampoco el santo patrono de los hombres del campo cumplió su palabra de “San Isidro Labrador (15 de mayo) se lleva la lluvia y trae el sol”. Era vox populi que “este año, si el verano y el otoño no acompañan, la vendimia vendrá con un mes de retraso y las uvas madurarán, tarde, mal o nunca.

Sin embargo el cambio climático sopló a nuestro favor y, como no volvió a caer gota desde mayo… ¡”Por el Pilar (12 de octubre) todos a vendimiar”!

La catalogación “de primera” según anuncia el título del capítulo, hace referencia a la calidad y nada desdeñable cantidad de la uva y el calificativo de “Regalada” - ¡con mayúscula! - significa singular, variopinta y excepcional: la ausencia de la  juventud, dispersa por la geografía hispana y europea y la laguna de los veteranos responsables y peritos en la materia como Quique - capitán de la manada - y de Antje y Blancaluz - copropietarias estudiosas y doctas en la materia - fue suplida con el “regalo” de una nueva cuadrilla de vendimiadores, iniciados algunos, como los provenientes de la charra Carbajosa (Luisa, Juan y su trío, promesas en ciernes). Y primerizos otros, llegados de Euskadi (el polifacético y animoso Javi, p. ej.) y aledaños santanderinos. Todos ellos, retoños o injertos de la misma cepa y de la variedad denominada  Regalado, convirtieron la vendimia de 2016, según anunciaba con antelación, en variopinta y positivamente excepcional.

De “primera” y gran “regalo” fue el acompañamiento del tiempo. “¡El otoño en Castilla es una maravilla!...” Y un acierto la deliciosa y soleada, tranquila y templada mañana de octubre, planificada para el disfrute de unas horas de recreo al aire libre en el idílico paisaje de nuestra “Bandera”. Si bien de ¡trabajo duro!,  pues, después de unas horitas de ir y venir, subir y bajar, cortar y trasportar, el trío infantil  masculino y alguno de los novatos acabaron pidiendo la hora y solicitando el refrigerio y el tradicional aperitivo en  “la terraza”  de la Caseta: estampa campestre anual, familiar e idílica, invento inmortalizado con la foto de grupo obligatoria antes de iniciar el retorno a La Colina fatigados y encorvados, en busca del Premio al trabajo bien hecho y  de la merecida Paga: el suculento Cocido - ¡institución palmeriana! - “frugal!” plato castellano, reconstituyente y recuperador de fuerzas, obligatorio en la vendimia y en el comedor campestre de La Colina, al aire libre y al abrigo del majestuoso piñonero. Aunque algún año la “chefin” de las cocineras de la familia, Emma por más señas, nos  sorprendiera con delikatessen de la calle la Fuente. También este año registró comensales de excepción - vendimiadores honoríficos llegados exprofeso  respectivamente de Algorta (provenientes algunos de las Américas) y de la Montaña otros: Zulay-Pepe, Maika-Txema. Incluso del Guadarrama madrileño pusieron su granito de arena el profe y dire coral Juande, proveniente de El Escorial, y Paloma Navarro, compa de Lucila enamorada de Palacios desde la infancia.
Después del trabajo bien realizado y la comida bien digerida, se imponía la siestecilla de rigor, en esta ocasión más solicitada y merecida  que nunca. Pero en castellano viejo el término palaciego Vendimia es polisémico y significa también “prensado de la uva”  y “elaboración del vino”. Y como la prensa no ha entrado todavía en la “Bodega Manolo” de La Colina, el sucedáneo de prensado es “pisado” y “bailado”en La bodega ? de la calle La Fuente de Palacios, en la casa vacacional de Emma-Juan.

Como este “proceso lúdico, solemne”, interprovincial e intergeneracional ha sido ya relatado e ilustrado ampliamente en los capítulos dedicados a las  “Dos Viñas Bandera” y a la “Vendimia,  para enmarcar y recordar” cerramos este capítulo con el anuncio - para el próximo - del popular y novedoso “Himno de los Vendimiadores”, creación adaptación musical de l@s señor@s de La Bandera.

PS . La Vendimia, y la Viña de la Bandera, continuarán rejuvenecidas con nuevas plantaciones y variedades, y con nuevos fichajes, cual estandarte de bonitos recuerdos familiares: paseos, excursiones, meriendas, podas y trabajos viti - vinícolas de toda índole.

domingo, 19 de febrero de 2017

HERRERADA 2016: Acto 2º (continúa la función)

“Si a nuestro alegre vivir y concelebrar les privamos del buen yantar,
la armonía entre cabeza y corazón desaparece” MJG

El buenhumor y amena charla
fueron creciendo con brío,
y  brindis, cánticos y bailes
pusieron el broche de oro
en la HERRERADA del siglo.

En consonancia con lo visto, todo lo oído y vivido, yantado y empinado, el cronista, poco ducho en cuestiones culinarias, parco en el comer y escogido en el beber, prefiere pasar de puntillas página y Acto y dedicar más espacio al Acto 3º, más afín a sus quehaceres y aficiones, gustos y saberes.

Pero sí quiero dejar constancia y dar fe de que pocas veces he visto y disfrutado de mesas tan bien puestas y ornamentadas. Atiborradas de viandas tentadoras, de bandejas y platos fantásticos, caseros y exóticos-¡hasta americanos y asiáticos!- sazonados y “especiados” con el mejor entusiasmo y orgullo que conozco, cual si de presentación a los premios Michelin se tratase.

"Juntos 60 años ya,/ primero Frankfurt, luego Algorta./ 
Juntos de acá para allá,/ el sitio juntos ya no importa;
Madrid está bien/ y a los problemas “Aufwiedersehen”."



Acto 3º. Desenlace y final de fiesta. (Se levanta el telón por última vez. Huelga presentación. El gran maestro Ramón, responsable del tinglado musical y artístico, en la misma escala pero en un tono mayor, pone a tono, afina y desafina, instrumentos de cuerda y altavoces. La armonización y arreglo para coro y baile de JUNTOS, la “Canción aniversario”- música y letra de Los Regalado Brothers-: “Sesenta años de felicidad -  juntos de acá para allá-  diciéndole a la vida que sí…”, en versión actualizada de Paloma Regalado, ausencia lamentada y sentidísima. Comienza la función…).

“Si de nuestro corazón tachamos el Amor a la Música, al Arte, a la Belleza, a la Familia y… a la Herrerada- el Encanto y las Ganas de Vivir  se achican y aminoran”. (MJG)



Bien comid@s y bebid@s,
animados y animosas,
¡ahora viene lo mejor!
¡El momento álgido llega!
¡De la panza sale la danza!:
Al tablao flamenco salta,
zapateando y bordando
sevillanas con primor
la pareja de rigor,
los primos Lucila y Javi,
en la comarca famosos
en bailoteo y canción.

¡El Apoteosis se acerca!
revolucionario y  secreto,
¡sorpresa y revelación!:
El coro se está fraguando,
¡el Orfeón herreril´ presto,
apuesto y  dispuesto.
¡Polifónico! y…¡mixto!
¡Faltaba más!

¡Cuántas voces!
¡Qué gargantas!
¡Voces negras? y blancas,
¡barbudas y angelicales!,
¡de todo tipo y edades!
desde Iker, el más infante,
hasta  Pepe el abuelito,
el segundo por arriba.
Jamás  nada igual se oyó,
ni parecido alguno se vio,
cantando en coro y a voces.
Cantoras y cantores
bailarinas y bailones
pusieron tal entusiasmo y pasión,
tanta gracia y donosura
en su papel y ejecución que…

Compositores, cupletistas... infatigables y hacendosos
Tal fue la ternura y sonrisa en  sus semblantes y miradas, la maestría y gracia en las mudanzas , la ligereza y destreza en pies, brazos y manos que, los Novios, boquiabiertos, extasiados y fascinados, sumergidos en un mar de emociones, hicieron bueno el dicho de que… ¡“de felicidad también se llora!”. Sirva de botón de muestra ese efusivo, espontáneo y emocionado abrazo de felicitación y agradecimiento a algunas de las “artistas “de primer plano.
Abrazos a go-gó
 Planificadores, organizadores, actores y protagonistas en general (incluidos fotógraf@s y reporter@s) dieron el do de pecho en esta HERRERADA conmemorativa en la que, como en todas, imperó la concordia y la armonía entre pequeños, medianos y mayores.

Nota obligatoria: Visto y oído, lo oído y visto -aún continúo escuchando hasta con los ojos y disfrutando con ojos y oídos de ¡tanto ritmo y armonía, filigrana y alegría! que, los novios homenajeados prometen - coincidiendo plenamente con artífices, artistas y ejecutores que “aún queda tela por celebrar”-  y desean a la HERREREDA  y a todos sus integrantes muchos, muchííííííííííísimos años de vida.