martes, 24 de diciembre de 2013

Canto a la Navidad (MJG)

CANTO A LA NAVIDAD

Decoración navideña de encaje de bolillos (diseño de Brigitte Bellon)

Siempre activo y dinámico con la pluma, me estoy aficionando a la poesía y como muestra va esta felicitación cordial y afectuosa para mis lectores.

¡Y llegó la Navidad!
Navidad
¡Blanca Navidad! ¡Dulce Navidad!

Fiesta que algunos detestan y otros quieren desterrar,
y en su afán de progresía
seculares tradiciones sepultar,
empañando costumbres y creencias
que endulzan y aligeran la pesada carga
de la vida real,
sin calar en la verdad y quintaesencia
de la FIESTA DE LAS FIESTAS,
cristiana y pagana a la par.

¡Qué largo y oscuro el invierno!
sin blancura de la nieve, villancicos
ni belenes.

Sin árboles ni coronas de Navidad
y de Adviento,
sin Nochebuena y sin Reyes.
Sin mazapanes, polvorones,
aguinaldos y turrones.

Sin vacaciones ni fiestas,
sin reuniones ni reencuentros familiares,
sin sueños, ensueños e ilusiones infantiles
que del corazón y el alma brotan:
armoniosa alianza de pequeños y mayores.

“Navidad, Navidad, dulce Navidad
que Rosana proclamaba en villancico popular:
LA ALEGRÍA DE ESTE DÍA HAY QUE CELEBRAR,
PARA QUE EL MUNDO SONRÍA AL DESPERTAR,
PARA QUE SE ABRA LA PUERTA Y NO SE CIERRE MÁS.”

“Para que la bella página
del libro de la vida
no se borre jamás.”

domingo, 22 de diciembre de 2013

CARRASCAL (de Velambélez) REDIVIVO

Cabizbajo, alicaído, con el alma a los pies y el corazón en un puño, retornábamos al coche en la penúltima visita a mi Carrascal. Un día cualquiera del otoño de 2012 se repetía la tradicional visita y recorrido: de la escuela a la iglesia y viceversa. Ante nosotros un pueblo semi-abandonado. Despoblado. Deshabitado. Ni una sola persona. Ni un único animal. Sin pájaros ni flores. Puertas y ventanas cerradas. Como si todos sus habitantes hubieran sido evacuados ante el riesgo peligroso de inminente catástrofe.

Cambio de fecha y decorado. El mismo escenario, redivivo como por arte de magia, en el penúltimo día del verano de 2013, vísperas de la Fiesta. Los paisajes y los lugares se transforman y permanecen vivos con nuevos ropaje de seductores colores. Éste era el Carrascal rescatado, el de tan dulces recuerdos de mi infancia, adolescencia y primera juventud. Con Palmira y nuestra hija Blancaluz como guía-organizadora, acompañados por algunos de los primos Pedraz (¡Antonio te recordamos!), tan encariñados con Zarapicos-Carrascal, y con Paloma como acompañante coorganizadora, nos encontramos con un pueblo nuevo, poblado de nuevas generaciones alegres y juveniles, tocado de fiesta, radiante de animación y vida, con tertulias y entretenidas partidas de cartas y edificios históricos impecablemente restaurados.

Pero la mayor sorpresa e inesperada alegría fue el conocer al nuevo alcalde del Ayuntamiento de San Pedro del Valle - creo que el primer “carrascaleño” de la historia - Alberto Torres, nieto de mis inolvidables y queridos Felicitas y Toño. Joven dinámico, entusiasta, emprendedor y con geniales ideas como la creación de un Aviario propio. Dos estupendas y extraordinarias realidades que bien merecen ser plasmadas en versos libres, testimonio de mi vínculo y afecto a raíces profundas, alimentadas por nobles recuerdos y sentimientos.



SUEÑO DE UNA TARDE DE VERANO

Con la pequeñez de tímido poblado, 
al abrigo de cierzos en suave ladera recostado, 
entre valles y encinares descansando, 
llenaste a rebosar el entrañable universo de mi infancia. 

Con el radiante sol del mediodía,
iluminaste el rinconcito de mi adolescencia, 
y con la luna de plata de tus noches,
saturaste de ensueños mis primeras aventuras juveniles. 

En la bóveda silenciosa de tu cielo, 
de la Ladera al Palomar, 
y desde el Río hasta el Rodillo y Chiviteras, 
reservados tengo una estrella y un lucero, 
desde donde contemplar puedo tu geográfica figura, 
la de ahora y la de antes.

El viejo Carrascal de intransitables calles,
en invierno barrizales y guijarros,
de ruinosos pajares y corrales,
rústicas paredes de cortinas y pajares, 
tenadas, tejados y muros agrietados, 
el viejo tejado y la antigua espadaña de la iglesia,
morada placentera en primaveras y veranos 
de golondrinas y gorriones a raudales, 
de tordos y vencejos a mansalva. 

En tu calle Larga, más bien corta,
desde el centenario pórtico de mi cuna (1836),
con el tránsito cotidiano de personas, 
carros y ganado, perros y gallinas, 
todos conviviendo en armoniosa compañía. 

Niños y jóvenes, entonces numerosos, 
adultos y ancianos,
cuyos nombres, rostros y modales, 
continúan mi memoria reanimando 
con pelos y señales, 
hoy día dignamente representados,
 como testigos de una época y de otros tiempos, 
por el dúo afortunado de Elvira, 
y su dulce y juvenil sonrisa como guía, 
y de Francisco, con nombre propio de calle ¡bien ganado! 
en emocionante e interminable abrazo siempre recordado. 

Hoy, en vísperas de Fiesta Grande, 
te admiro emocionado, 
convertido en pueblo nuevo y vivo, 
embellecido y transformado en refugio de descanso y festejos de verano, 
en nuevas y retocadas casas, mansiones modernas, por nuestra iglesia escoltadas, 
monumento histórico con puertas nuevas castellanas, 
y “mi” adorada escuela, edificio sin igual en comarca y provincia charras. 

¡Sueño de una tarde de verano! 
Despierto hoy, prosigo, Alberto admirado,
extasiado ante tu Aviario, seductor tesoro para el niño, 
hoy anciano, que soñaba, y continúa soñando, 
con nidos y con pájaros. 

Correteando persisto todavía como niño y jovenzuelo,
con amigos del alma, compañeros, 
en las sofocantes siestas veraniegas, 
por eriales, rastrojeras y barbechos,
persiguiendo a las perdices y sus polluelos.
Desde el Monte y por la Cueva,
hasta las Vegas y las márgenes del Río. 

Paisajes y personas desaparecidos,
por imperativo y tiranía de los tiempos. 
Pero no habéis muerto: 
¡Conmigo vais, en mi corazón os llevo! 

( (MJG 2013)

jueves, 5 de diciembre de 2013

A G O S T O 2 0 1 3

El verano va acercándose lentamente a su cenit con la ansiada recuperación de Antje. Omi y Opa ya estabilizados, alargando cada día unos metros más los paseos vespertinos con las vacas de Nuria como curiosonas controladoras. Agosto, haciendo bueno el refrán popular “agosto frío al rostro”, nos liberó del calor abrasador que todo agosta. El agosto más frío del siglo (?) - ¡todas las dormidas con manta! - sirvió de reconstituyente del espíritu. “Agosto todo lo seca menos el mosto” … y el ánimo. Aunque me faltaba el arrullo de la tortolica de la encina grande, el nido de la torcaz - ¡totalmente desaparecida! - curiosona ella, observando y participando con su arrullo en nuestras actividades, idas y venidas, y la constante compañía de las turcas, reducida a una solita, tristona y tímida merodeando por el poste del teléfono y acudiendo de vez en cuando huidiza al abrevadero del angelito. Pero los refuerzos, visitas y festejos de familiares y amigos difuminaron los tonos otoñales. A ello también contribuyeron las efemérides y acontecimientos más reseñables.

El 57º aniversario de nuestra boda transcurrió como uno de los más silenciosos. Menos solemne y cuán distante y diferente de las celebraciones en aquellos primeros años en los que este redactor se concurrido. En la comida de celebración de los novios, estuvieron acompañados de Lucila, Inés y Martín en La Clerecía de la Beltraneja de Ledesma. Comida casera con sencillez recoleta e íntima a la sombra fresca de un nogal, en un pequeño e histórico patio castellano de restaurada casona rural.

Y entre comidas sigue el juego. Como muestra amistosa de afecto y agradecimiento, invitamos a comer a los celadores y centinelas de la Colina y la Parcela, Marisa, Geli y Lali (Jesús y Pilar pasaron a la lista de pendientes), en el restaurante de los hijos de Rosa-Ovidio en Calzada. La esmerada paella casera de Diego, su cordialidad y campechanía y las insuperables chuletitas de cordero del parrillero Miguel Ángel contribuyeron al distendido, cordial y repetible encuentro. Unos días después, 10 de Agosto, comida anual de la Asociación de Mayores en el frontón. Asistencia protocolaria y de cumplido. Cuán distinta de los primeros “banquetes” de antaño, cuando este viejo bloguero se excedía en protagonismo: organizando, perorando, poetizando, cantando y bailando, confraternizando con unos y otros. ¡Con todas y todos! Siempre alegre, jovial y bienhumorado.

La Herrerada, el festejo familiar del año, coincidía un sábado 17 con la ansiada llegada de la “inglesa” Blanca. Pensando en positivo, los problemas se reducen una tonelada. La Herrerada 2013, diezmada este año por la ausencia de los Burgos y de la juventud bulliciosa, animadora y vocinglera, y Rafa como único y fiel representante de los Herrero salmantinos, discurrió en la habitual tónica, gastronómica y musical, insuperable. La alegría del reencuentro y las cariñosas atenciones de “todos los nuestros”, con una única pareja de viejitos incombustibles, amortiguaron debilidades y desánimos.

El amanecer de la mañana siguiente fue diferente. Blanca, con su presencia y su animoso y voluntarioso carácter, hizo subir el termómetro de nuestra alicaída moral a la espera - nunca tan alargada- de la tarde. Y aunque el veraneo de los Regalado, alicorto este año, nos supo a poco, Ana, Javi y Rober recuperaron el tiempo perdido, reapareciendo nuevamente por unos cuantos días y revivieron la mortecina pista de petanca de este 13 de amargo recuerdo deportivo: el novato - y futuro crack - Rober, derrotando al viejo anfitrión campeón! Y lo más doloroso todavía: no formado en la escuela de la Colina…

Domingo de gloria en Agosto. Después de la tormenta viene la calma. "¡Por muy larga que sea la tormenta siempre acabará saliendo el sol!" (Khalil Gibran). Sin cohetes, repique o volteo de campanas, iluminando con su sonrisa y su presencia la Colina apareció tras su operación Antje este inolvidable domingo de agosto. Escoltada por Quique y Teresa, procedente de la Escandinavia, y acompañados por Morgan. El coro de mozas del pueblo de hace un siglo le hubiera dedicado, al salir del coche el cortejo del cuarteto, la canción que antaño se cantaba a la novia a la salida de la iglesia: “Ya sale la novia, - ya sale, ya sale - dando resplandores - por toda la calle”. Y contagiado por el canto, al poetrasto de turno se le encendió la lucecita romántica de su corazón, y se le escaparon los siguientes ripios libres:

"Llegaste despacito:
como se levanta el sol por las mañanas
y la brisa despereza los molinos del otero.

Como la primera golondrina, tímida y recelosa,
anuncia por el pueblo la llegada de la primavera.

Caminabas sonriente:
levemente,
compitiendo tu dulce sonrisa y tu tierna mirada azul
con la capa celeste de lo alto.
¡La tierra tocando al cielo!

Con tu soñada presencia
se desvanecía lenta la melancolía,
y por la vereda del pinar
se adentraba triunfadora la esperanza".

Puesta de sol desde La Colina, octubre 2013.
Y aunque la gloria del domingo duró un par de días justos, al final vacacional se repitió el evento. Esta vez más fortalecida en la llegada. Ya con cámara en ristre, inmortalizando atardeceres espectaculares como el que muestra la foto, o fotografiando variedades de cepas, hojas y uvas en la viña en su afán de confeccionar catálogo vitivinícola para principiantes y aficionados al “bon vino” y a la buena viña. El archivo ilustrado promete ser didáctico e instructivo. Emma y Juan aportan también su granito, esta vez de uvas en vez de arena, a esta gran obra y a la seguridad de la caseta blindándola con candado y cadenas de hierro a la tentación de los raterillos de turno.

Las Fiestas de la Morera o de la Asociación de dulce recuerdo cofundacional han ido perdiendo atracción y seducción con un cuarto de siglo más a mis espaldas. Vivo permanece todavía el concurso de disfraces, gracias a la ilusión de Inés, Martín y sus amigas(os), casi todos los años triunfadores siguiendo las sendas del Opa que también se llevó algún premio disfrazado de jeque. Sin embargo, las estruendosas, ensordecedoras, insufribles y monumentales orquestas son ya materia non grata para los delicados oídos de viejos sordos. De ensalzar es la entusiasta labor de mejora de la asociación, con un programa innovador que incluía la actuación en el abarrotado y entregado frontón de un seductor y engatusador mago, con los sobrinos Iker y Arancha como improvisados ayudantes y prometedores artistas.

Para muestra algunos ejemplos:La familia entera mimándonos. La tradicional paellada marisquera de los Pedraz en Santiz. El paellero mayor de A Coruña y provincias limítrofes,el entusiasta y entrañable Ton, nos obsequió un año más con las delicias de la sua terra.Pero el arroz no hubiera estado en su punto sin la ayuda de la caterva de mirones charros bilbainos, gaditanos, canarios etc.etc. También en este encuentro familiar hubo notables ausencias, la más significativa la de Antonio, senior de los Pedraz. Pero, te recordamos y continuamos queriéndote. Mas, atención galego, que el gaditano Juan viene pisando fuerte con su clásica de pollo.

Y como cierre de programa del verano, mencionar la ya tradicional visita a Carrascal. Conducidos por Blanca y Paloma, sabedoras de las querencias de sus padres por los lares, acompañados de Benjamín, Consuelo y Carmen - este año con la ausencia sensible y dolorosa de Antonio - Palmira y Manolo emprendieron la entrañable e imperdonable excursión anual a Zarapicos, San Pedro y Carrascal, los tres en uno, los que marcaron con dejes de nostálgica felicidad nuestra infancia y adolescencia vacacionales.

Final de vacaciones. Epígono concordante. “Las heridas del pasado se protegen con el vendado de la armonía” (Fl.I.) No juzgues la vida por una sola estación. El verano 2013 fue algo más que sorpresivas visiones de gafas oscuras. Algunos ejemplos: la Familia entera mimándonos, los Amigos fieles transeúntes del camino (Domingo Coca, abastecedor de hortalizas ecológicas y su hija Mari Jose y Javi con la alegría de sus hijos, el Huerto con tanto cariño como celo por mano de Marisa plantado y que diariamente me traía a la memoria los inmortales versos de Fray Luis de León: “Del monte en la ladera - por mi mano plantado tengo un huerto…

La Viña, bálsamo de paz y de esperanza, (este año azufrada, limpiada y regada por Migue - hijo pequeño de Tere y Miguel Angel - insuperable compañía e impagable ayuda, y soberbiamente arada por Lali y su tractor rojo.

Y por último, y entre otras, la concordante melodía y acompañamiento de la semiolvidada, por dificultosa, distracción de la Lectura. Tres novelas “vendimiadas” en horas muertas, redivivas gracias a la ayuda impensable de los nuevos cristalinos, y sobre todo merced y mérito de un viejo amigo recuperado, el uruguayo premio Cervantes, Juan Carlos Onetti con “Dejemos hablar al viento” y los grandes desconocidos incorporados a mi nómina, bestsellers 2013 en sus respectivos países: el sueco Jonas Jonasson, revelación escandinava con su originalísimo y seductor “(El) abuelo que se tiró por la ventana …” y el alemán Florian Illies - otro novato en la novelística internacional - con su dificultoso, pero también originalísimo, monumento en el 2013 al “1913. Un año hace 100 años”. Mejor cierre estival a este 2013 de comienzos tan otoñales y discordantes, imposible.